NEVER MORE NEVER MORE NEVER MORE NEVER MORE NEVER MORE NEVER MORE NEVER MORE NEVER MORE NEVER MORE NEVER MORE

1.9.11

Confusa






Cada vez cambia más el rumbo de mi vida. La confusión me inunda y quema. Todas las raices que formé y las ramas que crecieron, murieron. Bajo el cereno arden las llamas que solo yo veo y siento, quemandome de a poco, consumiendo mi corazón y dejando mis pensamientos en blanco, vacíos. Ya no sé ni quién me habla, solo siento el murmullo de su voz junto a mi oido. Palabras como odio y amor se escapan de sus labios, siento su tacto, que alivia las llamas que me rodean. Mis manos, antes tan sólidas, tan duras y tan humanas ahora son cenisas, que se van consumiento de a poco y formando un bulto a mis pies, los cuales pierden fuerza pero aún sienten el calor de las llamas y la dureza del piso en el que estoy parada.

Luces decienden del cielo y dejan mis ojos ciegos, pero lo único que pierdo es la visión de un rojo tan fuerte, tan poderoso que queda en mi mente como un recuerdo de un sangriento corazón. El aire que se empieza a sentir no es como los otros, no es un aire sólido, caliente que al rozarte deja en tí una herida de por vida. El de ahora es un aire helado, que devuelve la vitalidad a mis huesos, que empieza a revivirme de a poco.

Entonces mis ojos ven algo, algo que me llama la atención. Veo un rostro, entremedio de las llamas y se enseguida que era esa persona quien me hablaba. Me toca. Su tacto quema, pero alivia y no incomoda. Entonces algo me separa de él, poco a poco su cara desaparece, pero para después volvernos a juntar en un lugar mejor.