NEVER MORE NEVER MORE NEVER MORE NEVER MORE NEVER MORE NEVER MORE NEVER MORE NEVER MORE NEVER MORE NEVER MORE

23.9.12

Common People


Me miro al espejo y soy normal. Tengo la tez más oscura de lo que me gustaría, pero aun así sigo siendo pálida. Bolsitas de cansancio bajo los ojos, y tengo a estos mismos, almendrados y cafés. Me enarco las cejas como muchos, y uso cremas para hidratar la piel. Trato de que mi nariz sea más fina, apretándome la punta con los dedos, no resulta, empero sigue estando ahí, siendo solo eso: una nariz. A pesar de estar irritados, mis labios no son diferentes a los de muchos. Quizás más gruesos, o algo que yo misma concibo. Tengo algunos granos que con jabones desaparecen, y lunares que son mi marca personal. Pero todos los tienen. No en el mismo lugar, ni del mismo tamaño o inclusive, de un color diferente, sin embargo, naturalmente continúan existiendo para todos como lunares. Mis pestañas son largas, gruesas y oscuras, llegan hasta el lagrimal y se aplastan con los cristales de mis lentes para lectura. Tengo las orejas medianas, una expansión de 8mm en la derecha y un lunar en la izquierda. Las venas bajo mis ojos se marcan, verdes y delgadas bajo ese pedazo de piel traslúcido, y no me hacen diferente. Mis mejillas algo sonrosadas, al igual que las de mi mamá, al igual que las de gran parte del mundo. Mi cabello oscuro está dañado y no consigo que crezca por debajo de mis hombros, y a pesar de eso, enmarca mi cara delgada como todos los cabellos cumplidores de aquel rol. Soy normal.

No tengo que describir mi cuerpo. Con curvas o sin curvas, con cicatrices o sin, incluso con esas reiteradas y oscuras que se asoman en mis antebrazos y muslos, soy normal. Tengo 16 años como los que los tuvieron antes que mí, o que los tendrán después. Me llamo Javiera como muchas, y lo que sigue de mi nombre no es único ni diferente. Normal, todo común.

Y no quiero cambiar, como toda la gente lucha por hacerlo. No pretendo brillar ni ser diferente a los demás, porque soy normal. Pero normal a mi manera.

Nadie se ha adentrado en lo que pienso. Y aunque mi cabeza, cubierta por pelo teñido y de tonos rojizos, sea la cubierta de un mundo propio interior, desorbitado e insano, seguirá siempre estando allí. Y no necesito probar nada, no quiero a nadie dentro.

Seguiré yendo a la escuela y tomando pastillas para el resfriado. Cepillándome los dientes, leyendo a Freud. Soy humana. Pienso, luego actúo. Actúo, luego pienso. Escribo y elevo volantines. Tengo enfermedades y voy al psicólogo. Soy normal y lo seguiré siendo.

Pero soy yo. Y eso, me hace especial.


I wanna sleep with common people like you.