NEVER MORE NEVER MORE NEVER MORE NEVER MORE NEVER MORE NEVER MORE NEVER MORE NEVER MORE NEVER MORE NEVER MORE

4.2.11

¿Crees en el destino?





A veces la vida te da malas jugadas, a veces buenas. Otras veces no tienes idea, simplemente estás perdido ante todo y todos. Es difícil conocer su suerte y saber qué es bueno para uno y qué no. Siempre he creído en el destino, en el poder que tiene para hacer que las cosas sucedan simultáneamente, en la fuerza de atracción que posee ante todo aquel que baje los brazos. El destino no está predicho, uno no se lo crea, pero tampoco está escrito. Es extraño y bizarro, no se juega con él. Quizás, el destino traiga errores pero esos errores se compensarán en el futuro cuando un nuevo destino te una con algo en donde puedas demostrar que no volverás a cometer ese error. Simplemente es seguirle el juego, es hacerle caso y dejarte llevar como una pluma por un suave viento, casi imperceptible. Nunca podré saber si mi destino tiene el afán de hacerme sufrir. Nunca podré saber porque siempre mi destino es tan predecible por mi misma. Nunca podré saber si me ilusiona para luego dejarme caer, como siempre. Mi destino está en el viento, como dice Glup. Mi destino es mi mejor amigo, mi religión en realidad. Además, siempre es lo que menos espero y eso lo hace aún más interesante desde mi punto de vista bajo autoestima. No sé si alguien logre entender alguna de las palabras que escribo, pero me desahogo, eso es lo mejor. Voy a seguir mi destino, darle tiempo al tiempo, esperar como lo he hecho los últimos meses. Es lo mejor, y sé seré compensada. No sé, siento que algún premio debo merecer.



¿Que podemos deducir? Que el destino si existe.
Y que seguiré el mio a pesar de que me haga sufrir,
de que me deje caer sin aviso, de que sea difuso,
de que me haga derramar lágrimas, total
ya estoy acostumbrada.