Me desperté hace más o menos dos horas, osea las seis y media. Siento como todo es tan monótono, como el tiempo pasa frente a mi sin ningún preámbulo. Anoche, o mejor dicho en la mañana cuando pretendía dormirme, pensamientos existenciales inundaron mi menta, cada una de mis neuronas. No podía dejar de pensar en que pretendo con ser yo, en que pretendo al respirar, con un nuevo latido de mi corazón o simplemente al vivir. Más que existenciales estos pensamientos se podrían definir también como emos. No sé, tengo tanto para ser feliz, pero tan poco para aprovecharlo. Cada día que pasa el vacío de mi alma se va incrementando y llevándose consigo mis ganas de sonreír. Algo que ni siquiera se porque pasa. Algo que me gustaría que se detuviera, pero no se como hacerlo. Me imagino tantas cosas, que morbosamente resultan perturbadoras y para mi mente son solo unos deseos más. No tengo la intención de decir que cosas son, o por lo menos no en este blog público. Ni siquiera se porque lo hice público, tal vez me siento demasiado egoísta al no demostrar mis verdaderos sentimientos, porque siendo sincera no me sé expresar bien con palabras, más con letras puedo escribir todo lo que siento sin siquiera resumirlo. Es solo copiar y pegar y mis más cercanos ya saben todo lo que pasa por mi mente, sólo por eso. Además tengo la necesidad de ser comprendida, porque a simple vista nunca nadie podría deducir lo que realmente soy. A veces tengo tantas ganas de desaparecer, o simplemente de ser uno más de los personajes de mis escritos, de ser alguien a quien realmente no le importe nada y tenga la valentía para ser independiente. Quiero vivir otra vida, aunque sé que en un futuro lejano lo haré. Simplemente este no es mi lugar y quiero encontrar el indicado.
