Hay mi viejita, como empezar con esto. Al ver esta foto deseo tan fuertemente que vuelvan esos tiempos, en que mi asquerosa persona no se rehusaba a estar todas las tardes con su mama. Deseo que vuelvas a estar así, con esa vitalidad, esa fuerza, esa vida, esa alegría que te caracteriza. Si contara las veces que me he sentido culpable por dejarte de lado, no terminaría nunca, y ahora mismo dejo testimonio de la mierda que soy como nieta. Sin embargo ese amor tan grande que sientes por mi es admirable, me encanta verte sonreír cuando ves mi cara después de días de andar desaparecida, ese brillo de orgullo que nace en tus ojos tiernos al contarte que me saqué una buena nota, o que he llegado a una nota más alta en coro. Eres la flor más hermosa que mis ojos pueden apreciar y como tal, te vas marchitando con el paso del tiempo. Pero sabes, lo que más admiro de ti es tu fortaleza y valentía. Puedes estar destrozada físicamente, pero sigues con esa amabilidad y nobleza tuya. Eres valiente al levantarte todos los días, preparar almuerzo, lavar los platos, limpiar, ordenar, mientras que otras abuelitas se encontrarían postradas en cama. En esas situaciones no sé que es mejor, si dejarte hacer las cosas, al tiempo que te vas desgastando o mantenerte obligada entre sábanas, escuchando tus ruegos por levantarte y permitirte hacer los quehaceres. Desde pequeña que he sabido reconocer lo importante que eres para mi y nunca me ha importado nuestras discusiones o roces que hemos tenido para poder deducir que eres la mujer que más amo en el mundo. Agradezco todos tus consejos, todos tus años de enseñanzas, todas tus rabietas cuando llego con alguna de mis "rebeldías", todo el cariño que me entregas con solo una mirada, todo el esfuerzo que haz hecho 15 años para que yo sea feliz y triunfe en el mundo, todas las cosas que has arriesgado por mi, y sobre todo, tu forma de ser, como abuela y como mujer. Para ti, mi boca está llena de halagos y orgullo porque cada respiro que das para mi es eso. Poder tenerte aún es el regalo más preciado que Dios me ha dado, saber que luego de tantas cosas que te han pasado, sigues firme a mi lado es algo que apreciaré de por vida, algo que no cambiaría por nada. Por ti mataría al mundo entero, solo para entregarte sus almas y darte mucho tiempo más de vida. Pero debo ser realista a veces, y aunque ahora esté derramando lágrimas al pensar en esto, tienes 85 años y eres un ser humano como todos por lo tanto tu paso por la tierra debe terminar algún día. Lo único que puedo pedir es que sea en mucho tiempo más, porque ahora he recapacitado y quiero aprovecharte al máximo, soportando desde tus reclamos hasta tus sonrisas, que son un regalo para mi. No sé que haría yo sin ti, porque eres un pilar fundamental en mi día a día, eres esa que siempre va a estar presente, que siempre te va a apoyar sobre todas las cosas y que quiere tu felicidad sobre la de ella. Eres la mejor abuela del mundo, una que ha enseñado y aprendido conmigo, que ha llorado y reído, compartido y discutido, dormido y desvelado, ayudado y auxiliada. Eres la mejor, repito. Te juro que lo que siento por ti es mucho más que amor, porque rebosa por todos mis poros como un gas tóxico que pocos soportan. Eres la mejor abuela, la mejor mamá, le mejor mujer. Tu pídeme lo que sea yo lo hago, porque nada es demasiado contigo. Nunca te cambiaría ni dejaría de lado, y puedo asegurar a ojos vendados que siempre estarás a mi lado, cuidándome como solo tu lo sabes hacer. Para ti tengo tantas definiciones y palabras, que esto es una frase comparada. Pero aún no es tiempo de decir hasta luego, recién esto está empezando y juro por mcr que nunca más desperdiciaré tiempo contigo, porque te amo. Te amo, te amo y te amo mama, eres magnífica, la mejor de las mejores. Sólo me resta vivir el presente y no esperar el futuro. Te adoro.
