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18.1.11

ya no conozco la noche para cerrar mis ojos



"La falta de sueño afecta muy seriamente a la parte 'emocional' del cerebro y nos hace más propensos a las depresiones y a las enfermedades mentales. Según un reciente estudio del neurólogo de la Universidad de Berkeley Matthew Walker, publicado en el último número de 'Current Biology', dormir menos horas de las necesarias (de siete a ocho diarias) altera la capacidad de respuesta del lóbulo prefontal, la parte del cerebro que regula las emociones, y conduce a comportamientos 'irracionales y primarios'.

"Normalmente se ha asociado el sueño insuficiente con un estado letárgico y poco reactivo", añade Walker. "Lo que hemos descubierto, sin embargo, es que la amígadla (el resorte del cerebro que mantiene las emociones bajo control) se vuelve hasta el 60% más reactiva. De alguna manera, es como si se produjera una reversión en el estado evolutivo del cerebro, que adopta un patrón de conducta más irracional, más primitivo".

El neurólogo de Berkeley afirma que su estudio ha probado que puede existir una conexión en la creciente falta de sueño entre la población y el aumento de las enfermedades mentales. "La cuestión de fondo es que el sueño no es lujo, sino una necesidad biológica para mantenernos emocionalmente sanos", agrega Walker.

Diversas investigaciones habían demostrado hasta ahora que la falta de sueño disminuye nuestra capacidad inmunológica, afecta al metabolismo y afecta gravemente a las capacidades de aprendizaje, de la atención a la memoria. El nuevo estudio pone por fin sobre el tapete la vertiente emocional, relegada hasta ahora a segundo plano.

Mary Carskadon, una psiquiatra de la Universidad de Brown que lleva tiempo estudiando la endémica falta de sueño entre los niños y adolsecentes norteamericanos, apunta que puede haber una estrecha relación entre el aumento de las depresiones y el comportamiento errático de la adolescencia y las insuficientes horas de descanso. "Lo que aún no sabemos", admite, 'es si este problema tiene una incidencia directa en enfermedades mentales más graves como el desorden bipolar'."


Tengo miedo. Quizás no de enfermarme, pero tengo miedo por primera vez al pensar que realmente algo me puede estar pasando. Desde hace mucho que no duermo las horas necesarias. Tengo ojeras y muchas veces me canso sin razón, o mi mente es la que se cansa. Llegué a pensar en que tenía una enfermedad grave en cuanto a mi memoria, ya que muchas veces no recuerdo cosas, como palabras o hechos y casi siempre las acciones hechas en un pasado cercano parecen recueros borrosos en mi mente, como si nunca hubiesen pasado o hubiese estado ebria. Ahora tengo mucho miedo, ya que de por si suelo ser alguien depresiva y con comportamientos extraños a la vista de los que me rodean, pero pensar en que eso se puede incrementar solo por algo tan sencillo como no dormir las horas necesarias, me aterra. No quiero ser débil y cumplir mis morbosos sueños masoquistas y suicidas. No quiero. Tengo miedo a no ser fuerte y el los próximos días no cumplir la regla futura que me forzaré a llevar a cabo, dormirme temprano. Siento que desaprovecho un mundo entero al poner cerrar mis ojos a las 2 de la madrugada. Tengo que leer hasta las 7 u 8, simplemente porque ahí es cuando encuentro tranquilidad, silencio, calma y privacidad. Me es más fácil reír, pensar, sentir, cuando se que nadie más es consciente de lo que hago. Ojalá poder dormir más, de verdad no quiero empezar a ponerme más bipolar de lo que soy, o emo. Tengo miedo. Tengo pavor, estoy aterrada. Nunca pensé que fueran tan grandes las consecuencias de algo tan pequeño, para mi. Ahora me voy a dormir, son las 8:16 am. Ya no conozco la noche para cerrar mis ojos, y en estas situaciones agradezco tanto tener cortinas negras que por lo menos me asemejan a la realidad que debería estar viviendo.